Con apenas 30 minutos al día puedes conseguir que la casa quede limpia y reluciente en poco tiempo.
No olvides poner buena música y enfócate plenamente en la limpieza del hogar sin distracciones de por medio.
Veamos cómo limpiar rápido la casa de forma sencilla.
Planifica tu limpieza
Antes de nada, ponte objetivos realistas de limpieza.
Pon en un calendario las tareas que vas a realizar cada día teniendo en cuenta el tiempo del que dispones: dedica un día al baño, otro a las habitaciones, uno a la cocina entera…
Tú conoces mejor que nadie tu tiempo libre, si tienes que irte y no vas a poder terminar la limpieza que te toca ese día, mejor planifica que vas a echar 15 minutos en lugar de 30, y si sobra tiempo, pues aprovecha.
Antes de limpiar es fundamental que todo esté ordenado y recogido, no queremos limpiar con trastos y juguetes de por medio, porque nos ralentizará mucho.
Mejor, recoge todos los objetos que puedan molestar a la hora de hacer la limpieza y guárdalos en cestas, armarios o cajones.
Por supuesto, ten el cubo de la basura vacío y unas cuantas bolsas de repuesto por si al final hay que tirar cosas que no vayamos a necesitar.
Usa los productos de limpieza adecuados
¿Qué vamos a necesitar para realizar una limpieza rápida del hogar?
Pues en esta lista, te dejamos los productos de limpieza que debes tener a mano para no volverte loco limpiando:
- Guantes
- Friegasuelos o lejía
- Paños o bayetas
- Trapos
- Desinfectante
- Limpiador quitagrasa
- Limpiador multisuperficies o multiusos
- Limpiacristales
Al final, lo que buscamos es efectividad y ahorrar tiempo.
Esa es la clave de una limpieza rápida.
No vamos a dejar la casa brillante y sin una mancha, para eso es necesario una limpieza profunda.
Pero con 30 minutos al día, podemos hacer que nuestro hogar se mantenga limpio, ordenado y con un ambiente agradable.
A nosotros nos gusta apostar por productos de limpieza ecológicos y naturales como el vinagre blanco.
Crea un sistema
Hay muchas formas de crear un sistema propio para hacer que tus limpiezas sean rápidas y efectivas.
Algo que marca la diferencia es la constancia y los hábitos.
¿A qué nos referimos?
Cuando empiezas a realizar una acción una y otra vez, creamos un hábito.
Con el tiempo, lo interiorizamos y cada vez nos cuesta menos seguir haciéndolo.
Para crear dicho hábito, debemos diseñar una rutina.
Esta rutina puede ser tan sencilla como limpiar después de comer los platos o hacer la cama al levantarnos.
Entonces, para crear tu rutina debes acostumbrarte a limpiar por ejemplo, 15 minutos al día antes de desayunar o después de cenar.
Todo depende de tu estilo y tus horarios, lo que importa es que encaje con tu tiempo libre y que vayas alcanzado objetivos poco a poco para ir subiendo el nivel.
Además, en tu método, también puedes establecer prioridades o zonas más importantes para no perder tiempo pensando.
Me explico:
Si sabes que la zona más frecuentada en tu casa es el baño, será probablemente la que más se ensucie.
Luego, supondrá que requiera más tiempo para su limpieza en casa.
Marca un orden de prioridades para limpiar para saber qué tareas son más importantes.
Todo esto hará más fácil mantener tu casa limpia de forma rápida con un trabajo diario muy leve.
Dedica tiempo a las áreas de alto tráfico
Como te hemos dicho antes, las zonas o áreas con más afluencia deberán tener más dedicación.
El baño, la cocina o un pasillo; debes conocer qué área de tu casa se ensucia más, la cual suele ser la que más veces pisamos.
Por ejemplo, el portal puede ser una zona que acumule mucha suciedad.
Si comes en la cocina y no en el salón o en otra sala, lo más seguro es que debas atender y limpiar la cocina con mayor frecuencia.
Mantén tus herramientas de limpieza a mano
Además de tener los productos de limpieza cerca, no debemos olvidarnos de las herramientas que nos ayudarán a limpiar la casa rápido:
- Cepillo y cogedor
- Fregona
- Aspiradora
- Plumero
- Escobilla de baño
- Limpiacristales
Tener todas ordenadas y a mano hará que podamos lograr un gran resultado.
Trabaja en equipo
Pongamos que en casa somos 2 adultos y 2 niños.
Podemos dejar a los niños tareas sencillas como recoger sus juguetes y recompensarles por ello más tarde.
Los adultos se pueden repartir la casa en áreas y días.
- Lunes y miércoles: se limpian la cocina y el baño.
- Martes y jueves: se limpian los pasillos y las habitaciones.
- Viernes: se limpia el jardín o terraza y la oficina de manera conjunta.
Lo ideal es planificar qué se tiene que limpiar, quién lo va a hacer y por supuesto, cuánto tiempo requiere dicha tarea.
Para limpiar rápido la casa, una planificación previa te ahorrará horas y horas de trabajo.
Todos los miembros del hogar pueden poner de su parte para hacer que este se mantenga limpio, ordenado y aleje las enfermedades y bacterias.