¿Lejía o amoníaco? ¿Cuál es mejor?

¿Te has preguntado alguna vez cuáles son las diferencias entre la lejía y el amoníaco a la hora de mantener superficies limpias y desinfectadas? Estos dos productos se encuentran presentes en prácticamente todos los hogares y sus ventajas como desinfectantes son claras. Pero, dependiendo de qué queramos desinfectar, debemos decantarnos por uno u otro. En esta entrada desde nuestra empresa de limpieza te contamos las diferencias entre estos dos productos y cómo usar lejía o amoníaco de forma óptima para el cuidado de tu hogar.

Lejía o amoníaco: para qué se usan

Tenemos que partir de la base que limpiar, y desinfectar, no son lo mismo. Limpiar una superficie implica eliminar los restos de materiales, fluidos y sólidos. Desinfectar significa librar una superficie de microorganismos como bacterias y hongos.

En este sentido la diferencia principal entre las propiedades de la lejía y el amoniaco para la limpieza del hogar viene precisamente por sus diferentes capacidades. El amoníaco está especialmente indicado para limpiar superficies con presencia de grasas, lo que lo convierte en el gran aliado para limpiar la cocina, mientras que la lejía está especialmente indicada para desinfectar superficies, ya que elimina completamente hongos, bacterias o virus, lo que la convierte en la protagonista de la limpieza de baños y suelos.

¿Se puede mezclar la lejía y el amoníaco?

Por norma general no deberías mezclar productos de limpieza salvo que estés seguro de que puedes mezclarlos. La lejía jamás deberías mezclarla con ningún otro producto. Especialmente con amoníaco.

La mezcla de lejía y amoníaco genera un gas llamado cloramina (Nh2ci) que es tremendamente tóxico. Adicionalmente, este gas en contacto con las mucosas genera ácido clorhídrico, que es corrosivo y también tóxico. La exposición a la cloramina provoca irritación en las mucosas, quemaduras y puede resultar letal si no hay ventilación adecuada.

Si alguna vez mezclas lejía y amoniaco por error aléjate de la mezcla y sitúate en un espacio con buena ventilación. Ventila el área para que los vapores generados puedan disiparse. Si te encuentras mal llama al teléfono de información toxicológica que encontrarás en las etiquetas de cualquiera de ambos productos o al 112.

¿Para qué se usa la lejía?

Como decíamos antes la principal virtud de la lejía es su capacidad desinfectante. Es tan potente para este fin que una dos gotas de lejía comercial convencional (al 5%)  puede potabilizar un litro de agua en 30 minutos.

Esta propiedad desinfectante hace que la lejía sea el producto de desinfección preferente para superficies que se tocan con frecuencia como lavabos, suelos, retretes, bañeras, platos de ducha, grifos, pomos y tiradores o superficies de cocina. Normalmente, para desinfectar superficies emplearemos una mezcla de agua con un chorreón de lejía siguiendo las instrucciones del fabricante.

Si queremos además limpiar estas superficies debemos bien limpiarlas primero con nuestro limpiador habitual o bien decantarnos por alguna opción de lejía con detergente.

¿Para qué se usa el amoníaco?

El amoníaco por su parte tiene un enorme poder desengrasante con lo cual es un limpiador ideal para eliminar manchas y restos de muebles, cristales, suelos y tejidos.

Se trata de un producto que limpia en profundidad, especialmente cuando se mezcla con agua caliente, pero no es desinfectante ni se debe usar para desinfectar. Por este motivo el amoniaco se usa principalmente para limpiar los azulejos de cocina y baño, el suelo de la cocina, eliminar las manchas de grasas de las superficies y para limpiar manchas de ropa y tapicerías (siempre que el tejido que queremos limpiar sea resistente al amoníaco).

El amoníaco también se puede emplear para limpiar muebles de madera que NO estén barnizados. Si los muebles están barnizados deberemos evitar emplear amoníaco ya que, entre otros usos, está indicado para eliminar el barniz.

El amoníaco tiene una capacidad destacable también para eliminar malos olores de tejidos, siendo el mejor aliado para personas con mascotas en casa.

 

 

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